Y CUANDO DESPERTAMOS, EL GASOLINAZO ESTABA AHÍ


Celebraciones. Festejos. Abrazos. Desde la casa, en la calle, en Times Square, en una fogata, en un concierto. Cenando, tomando un ponche, vino tinto o blanco, comiendo doce uvas. Escuchando el eco de las doce campanadas. Viendo, muy de cerca, un 2016 que se marchó para quedar en el recuerdo o para muchos en el olvido. No importa cómo. Más allá de los rituales, la ropa interior amarilla o roja, el beso a la persona amada. El pavo, los romeritos, las enchiladas u otra cena.

Apenas corría el primer segundo del año nuevo y un nuevo precio a la gasolina era ya oficial. Es oficial. Un alza que representa consecuencias de una reforma infructífera. Un gasolinazo que desata truenos. Porque la ira arde en fuego que consume esperanza de un discurso en 2015 donde Enrique Peña Nieto señalaba: habían acabado los gasolinazos. Como lo menciona Juan Pardinas, "el peor error político y estratégico de este sexenio: anunciar que la reforma energética ayudaría a bajar los precios de distintas fuentes de energía". Un "error de enero" manifestado enérgicamente para iniciar el año.

Porque la verdad no se oculta con una opinión plagada de retórica priísta. Aunque José Antonio Meade sea un buen comunicador y utilice, una y otra vez, la palabra "artificial" para referirse a los precios pasados de la gasolina, con lo cual quiera convertir el precio actual en "natural". Una palabra que también fue usada por el Presidente en su mensaje, la noche del 5 de Enero. Culpando a los subsidios, preguntando al pueblo mexicano qué hubieran hecho. No entendiendo que nosotros le pagamos cientos de miles al mes junto a todo su gabinete. Argumentado que la causa viene del exterior. Ocultando el desmantelamiento del producto al que se le apostó todo. Si hoy los precios de la gasolina suben porque subieron los precios del petróleo, ¿por qué no bajaron cuándo los precios del petróleo estaban en picada? El abrir la competencia, liberar el precio y cortar el subsidio son producto de las reformas energética y fiscal.

Las justificaciones de hoy son más pretextos de lo errores cometidos en cuatro años de un sexenio con políticas mal ejecutadas. Gobiernos priístas y panistas de clientelismos, amiguismos, compadrazgos. De ahí que el actual Secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, según la Secretaría de la Función Pública, tenga más de 10 millones invertidos en empresas dedicadas a la venta de gasolina en Quintana Roo. De ahí que el líder del Sindicato de Trabajadores Petroleros, Carlos Romero Deschamps, sea por segunda ocasión, Senador por el PRI. Dos hombres formados durante el gobierno de Carlos Salinas de Gortari. Dejando en claro a quienes ha beneficiado la Reforma Energética, aunque nuestro país sea exprimido, como lo ha sido durante décadas. Nos ha dejado claro que PEMEX es una empresa obsoleta porque las inversiones se fueron para comprar casas en Miami o lujosos yates. Dejamos de producir localmente para importar gasolina cara.

Y mientras el desabasto sigue, también las protestas y el hartazgo. La indignación y las manifestaciones, como menciona Pedro Kumamoto, "se deben al gasolinazo y a un sexenio atroz. Binomio de infamia de la clase política." Y annte ello, el gobierno utiliza la especialidad priísta: el pánico. Saquear tiendas en colonias populares para que los pobladores se unan, tomando en cuenta que algún curioso grabará con su celular, para después mostrar el video en televisión, una y otra vez, para que el uso de la fuerza pública sea justificado y la opinión divida. Donde todo gire en torno a las protestas y ya no al aumento en el precio de la gasolina.

Como señala Ricardo Raphael, Peña Nieto "ha perdido el sentido común; ese que se obtiene del contacto sincero con los comunes". Nos esperan dos años de "más de lo mismo". Pero hoy debemos responder. Hoy debemos dejar las gradas para entrar en el juego, ese que vamos perdiendo y donde no somos parte ni aún como país independiente. Hoy toca cargar, como diría Denise Dresser, "las acusaciones de revoltosos y argüenderos y ridículos y locos... Hoy toca enarbolar la desobediencia civil pacífica para confrontar a un gobierno que no sabe cómo gobernar, cómo reformar, cómo comunicar". Para despertar sin más gasolinazos del 20%, para tener un gobierno que merecemos y que dista mucho del que tenemos. Para pensar en un futuro y sobre todo estar ahí, antes de que saqueen lo que queda de este país.

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