Infumable atmósfera,
hechizante cielo;
plumas de verano
que hielan el sueño,
que penetran el eco,
que secan el deseo.
Veredas fugaces,
caminos erguidos,
húmedos pastizales,
árboles que cobijan,
cerros que cubren
en Agosto tibio.
Huellas en lluvia,
dadas por la brisa
en verde flora.
Pasos deslizados
en trayectos fríos,
en tierra sumergidos.
Sol que poco acompaña,
no más que los niños
descalzos y hambrientos,
enérgicos y sedientos
que esperan una llegada:
la de sus padres.
Siguiendo el caminar
miradas encuentro:
ojos que reflejan
el atardecer por dentro,
el final del encuentro,
de la despedida el comienzo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario